Patricia Miquau
Artista pintor

Cuerpo y Alma
Empecé a pintar alrededor de los 16 años. Después de un largo período figurativo, nació mi pintura: mi identidad. Me permitirá estar en comunión con lo espiritual, dar rienda suelta a mis sentimientos y estar en contacto con todo lo que nos rodea, con todas las formas de vida, de sentimientos, con lo visible y lo invisible... El cuerpo asexual será mi puerta de entrada para expresar sentimientos: sufrimiento, alegría, felicidad, protección.... La planta suele estar presente porque es vida y nos acompaña, recoge nuestras emociones. Finalmente, se vuelve esencial el trabajo de la luz, luz de las almas que nos rodean, luz de nuestro amor y de lo que recibimos. Me siento en perfecta armonía y muy cerca del nacimiento y la partida. A la vida, las de antes, las de hoy y las de mañana. patricia


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Cuando comencé a pintar debía tener 15 o 16 años. Dibujé mucho. En ese momento conocí a Christian Schneider y su esposa Puce. La primera vez que entré al estudio de Christian fue mágico, una revelación. ¿Pero cómo pintamos? Coges tubos, pinceles, un aglutinante... y pintas, empiezas sobre cartón lienzo. Me embriagaron los olores, los colores, este mundo que estaba dispuesto a recibirme y que me acogió. Recuerdo haber elegido fruta en mi primer intento. Fue incómodo, no tenía bases, pero como sea, estaba feliz. Regularmente llevaba el fruto de mi trabajo a Christian. A partir de entonces no dejó de animarme, diciéndome que nací pintora y que tenía que trabajar con regularidad. Nunca tomé clases de pintura. Su perspectiva y sus consejos fueron invaluables. Pasaron los años y sentí cada vez más en el fondo que todas aquellas pinturas figurativas eran sólo un escenario, estaba como encerrado en el motivo, dependiente de una composición, de un paisaje... Mi temperamento soñador y espiritual exigía emoción, necesitaba liberarme, expresarme. Una tarde de 1996, un año bisiesto, no una tarde cualquiera, el 29 de febrero, sucedió algo, un clic, un mensaje, una respuesta. Pasé la velada con amigos en casa, compartimos ideas, la vida de después, la de antes, las huellas que dejaron. Sobre mi caballete había un lienzo en blanco que miré. Me levanté, tomé un pincel, de repente nacieron 3 formas, quedé desconcertado, fui testigo del nacimiento de mi pintura, un momento de pura felicidad, me emocioné, me dejé llevar. En la semana siguiente hice 5 cuadros, mis amigos vinieron a verlos, impacientes y curiosos por el progreso. Les gustó mucho. Enfin, je peignais dans l'imaginaire, enfin, je pouvais laisser ma créativité s'exprimer. Des êtres s'étaient invités me permettant de peindre les sentiments, les ressentis, la lumière, la vie , la muerte. Al principio, muy redondeadas, se fueron estirando poco a poco, todavía asexuadas, pero muy femeninas, estoy de acuerdo, y con toda naturalidad, la planta se unió a ellas, en particular el árbol, muy vivo. Los invito a visitar mi mundo, mi universo, para compartir mi evolución a través de las páginas, año tras año. Pero no sólo eso, compartir también mis emociones, momentos a veces muy personales, momentos difíciles, pero también momentos felices, momentos de amor intenso. Cuando pintas con el alma y el corazón, no puedes esconderte ni engañar, el lienzo es un espejo, un desnudo. patricia